En las recientes JORNADAS SOBRE EL FUTURO DE EUROPA, hubo coincidencia en que no podríamos haber afrontado ningún envite sin el apoyo de la Unión Europea e incluso se afirmó que nunca ha existido una representación presencial de Ceuta en el seno de la Unión Europea y que esta cuestión es uno de los retos futuros que también se están planteando.
Procede por tanto reproducir el siguiente artículo que apareció en El Faro de Ceuta el 8 de julio de 2001, hace más de 20 años quedando impreso en el libro Ceuta en su laberinto (Interservicios, Ceuta 2005)
Las inversiones que se realizan en Ceuta proceden mayoritariamente de Madrid y Bruselas. Cada día que pasa es imprescindible realizar una gestión importante en una u otra ciudad. Los Consejeros y otros responsables políticos se desplazan con frecuencia a la capital de España para una u otra gestión que realizan sin una preparación previa, sin una asistencia propia sobre el terreno. Y en Bruselas, las oportunidades se pierden en muchas ocasiones porque, aún contando con información legislativa, casi todas las regiones de Europa ejercen allí, de una u otra forma su influencia, lo que se llama hacer lobby en el lenguaje comunitario, mientras Ceuta está lejana y ausente de la política diaria en Bruselas.
“Las inversiones que se realizan en Ceuta proceden mayoritariamente de Madrid y Bruselas”
Si Ceuta contara con una representación modesta pero eficaz en Madrid, docenas de gestiones podrían realizarse cada día en Ministerios y otros organismos, preparando además las intervenciones de los políticos ceutíes para que estas fueran más eficaces. Además, el contacto diario con las autoridades españolas con responsabilidad en la Unión Europea e incluso con la representación comunitaria en España, serían constantes.
Porque en Madrid se cuenta al menos con la ayuda de los Parlamentarios que en ocasiones se ocupan de resolver los problemas que se presentan en la capital. Pero estos necesitan también, para completar esas gestiones al más alto nivel, de asistentes sobre el terreno que le ayuden en estas importantes tareas.
Y desde luego, una pequeña pero contundente representación oficial en Bruselas podría seguir a diario el devenir de las diferentes políticas comunitarias, aprovechando las oportunidades que se presenten e incluso estableciendo previsiones sobre el futuro. Porque Ceuta es la gran desconocida de la Unión Europea. Casi todas las regiones tienen allí sus representantes y solo en casos aislados como el de nuestra ciudad, están ajenas a las oportunidades de ayudas que se ofrecen en la capital de Europa.
El asunto no es nuevo. Ya en 1995, los Concejales del Partido Popular, secundados por los demás grupos políticos, habían aprobado una moción decidiendo que Ceuta tuviera una representación en Bruselas. Hoy, seis años después y con una Autonomía consolidada, el tema sigue pendiente en el sentido de una Representación Oficial.
Las Comunidades Autónomas en Bruselas
La Comunidad Europea reconoció hace tiempo el hecho regional en general y de Ceuta en particular, antes de contar incluso nuestra ciudad con Estatuto de Autonomía.
Las diferentes regiones españolas ya detectaron la necesidad de estar en Bruselas hace tiempo. Casi todas las autonomías están representadas oficialmente allí y Aragón, Canarias, Castilla León, Cataluña, Extremadura, Galicia, Murcia, Navarra, Valencia, Andalucía y otras, cuentan con oficinas propias en la capital de Europa. Cada una ha elegido un modelo, de acuerdo con sus posibilidades y la importancia de los asuntos a defender en la capital comunitaria. Unas se inclinaron por una representación en toda regla, otras por disponer allí de sucursales de sus Sociedades de Fomento, unas terceras por utilizar un Despacho profesional acreditado y Cataluña creó incluso el Patronato Catalán por Europa, formado por el Gobierno de la Generalidad, sector privado financiero, industriales y la patronal catalana, pero siempre con reconocimiento oficial.
“La Comunidad Europea reconoció hace tiempo el hecho regional en general y de Ceuta en particular”
Ceuta tiene un territorio pequeño, un presupuesto modesto en comparación con otras regiones, pero depende más de Europa que muchos. Por ello, el modelo de representación debería ser proporcional a su importancia, pero apoyado en profesionales consagrados en Bruselas, para aportar a nuestra ciudad eficacia, información y resultados concretos sin soportar excesivos costos.
Un marco deseable
Nuestra ciudad no puede estar aislada administrativamente en el día a día de Madrid. Las gestiones importantes, el remate de los asuntos, corresponderá naturalmente a los responsables políticos ceutíes. Pero los Ministerios y otras dependencias deben habituarse a ver por sus oficinas a un representante de Ceuta que acudirá con frecuencia a activar los asuntos, explicar los problemas o enterarse de nuevas oportunidades.
Las Consejerías del Gobierno ceutí deben disponer de un representante al nivel suficiente para resolver asuntos de urgencia o preparar debidamente la visita de un responsable político, de forma que la gestión resulte eficaz y esté apoyada por documentación y relaciones públicas. Y esa representación en Madrid deberá igualmente apoyar a la Oficina de Ceuta en Bruselas porque muchos de los asuntos comunitarios comienzan o terminan en Madrid.
Respecto a Bruselas, es igualmente imprescindible contar allí con presencia suficiente y oficial. Pero no una simple presencia administrativa, sino una auténtica Oficina de Representación de la Ciudad Autónoma de Ceuta ante la Unión Europea, reconocida así por las autoridades comunitarias, como ocurre con otras regiones. Y su misión sería no solo una tarea de documentación, sino realizar gestiones eficaces que influyan y obtengan resultados, todo ello con el apoyo de profesionales introducidos en el ambiente de la capital comunitaria.
No cabe duda que el dinero y el esfuerzo que se emplee en esta iniciativa pendiente desde hace años en su versión oficial, proporcionará a Ceuta resultados e imagen, garantizando nuestra presencia en decisiones futuras que se adopten en Madrid o Bruselas.
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